Bajo el nombre de Horizonte ritual agrupé un conjunto de pinturas de cierta abstracción geométrica en las que me aboqué al uso de perspectivas aceleradas, paisajes y tratado dibujístico del pincel.
Los formatos oscilan entre 1.5 y 2.5 m, en técnica de óleo sobre tela. Hay en estas pinturas inclinación por elementos peculiares como los fondos planos y la disposición de escenarios o de horizontes cerrados, casi domésticos. Los elementos centrales son una suerte de personajes que oscilan entre lo animal y lo vegetal con cierta traza de su estructura interna: arterias y ramas, anatomías y escorzos, que participan de una atmósfera taciturna, contrariada por el colorido intenso.